Ir al contenido principal

Lagarde y el BCE se pasan de frenada

 Por Alejandro Murciano Brea

Christine Lagarde ha vuelto a salir a escena, y lo ha hecho para avisar de que no piensa levantar el pie del acelerador en las subidas de tipos que viene practicando el BCE desde hace cerca de un año. Lejos de la moderación que cabía esperar tras los mejores datos de inflación, la Eurozona se desmarca de Powell y la Reserva Federal estadounidense, quienes ya apuntan en sus últimas declaraciones a menos subidas de intereses. La mandataria ha indicado que la prioridad número uno de su Banco Central es moderar la inflación, lo que recuerda a viejos y oscuros tiempos: los de la crisis financiera del 2008, cuando el BCE tardó demasiado en movilizar el engranaje de su política monetaria

Es cierto que parece sensato no eternizar los tipos interés en negativo, no tener la economía europea como a un comatoso enchufado a la máquina del dinero barato. El ejemplo de Japón, que ha vivido décadas con los intereses por debajo de cero, resulta poco deseable, y a decir verdad en Europa llevábamos ya 7-8 años en una situación parecida. También estaremos todos de acuerdo en que hay que moderar la inflación, que tanto en resuena en noticias y bolsillos últimamente.

 

Sin embargo, mucho cuidado con olvidar otras cuestiones como el crecimiento económico o el empleo. Lagarde ha subido en 2022 el tipo marginal de depósito y crédito en 250 puntos básicos, medidas que impactan de forma más que directa a cómo se financian familias y empresas. El caso más sangrante por lo social es el Euribor, referente de la mayoría de las hipotecas variables, que en el momento de escribir este artículo rozaba el 3,34%. Duele imaginarse como puede afectar la combinación de ralentización económica y subidas de cuotas hipotecarias a muchos hogares. Y tampoco podemos olvidar como empresas y sector público van a ver encarecida su financiación, con una deuda engordada en muchos casos más de la cuenta por el impacto de la pandemia. Se complica hacer inversiones, púbicas y privadas

 

No tiene que ser fácil caminar en ese fino alambre que se le pide a los Bancos Centrales, pero escuchar a la presidenta del BCE decir que casi solamente le preocupa la inflación, y que la economía no tanto porque no van tan mal, da poco menos que pavor. Recuerda a, como decíamos al principio, situaciones pasadas que fueron acompañadas de mucho dolor social. La inflación preocupa, por supuesto que sí, pero el BCE no debe obsesionarse con ella y con su objetivo de llevarla al 2% como si fuera lo único importante. Esa meta parece una obsesión, un mantra que seguir a ciegas mientras cierran los ojos ante todo lo que le rodea. El diagnóstico parece claro: la señora Christine Lagarde y sus asesores están próximos a pasarse de frenada, y las consecuencias no van a pasar nada desapercibidas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Recaudación sin justicia en los tributos municipales

Por Alejandro Murciano Brea Si algo tienen en común todos los impuestos y tributos municipales de Madrid es que no son progresivos, es decir, no dependen de la renta de quienes los pagan. Sea el IBI, el Impuesto de Circulación o los pagos por las zonas azul y verde, ninguno presenta vinculación alguna con los ingresos del contribuyente. Dadas las cifras, es normal que el ciudadano repare más en los impuestos que aplican a nivel estatal, como el IRPF o el Impuesto de Sociedades. O de los pagos a la Seguridad Social, de los que tanto autónomos como asalariados pueden dar buena cuenta. Pero aunque todos estos tributos tienen desde luego aspectos a mejorar, sí que hay algo bueno que decir de ellos: que son progresivos, o al menos proporcionales. Es decir, que aquel con mayores ingresos tributará con un gravamen mayor, o al menos similar, que quien gane menos. Esto, lamentablemente, no se puede decir de los pagos que hacemos al Ayuntamiento, que tienen un carácter regresivo. Esto se produce...

Los vencedores de la inflación de los alimentos

Por Alejandro Murciano Brea Decirle a un amigo o a un vecino eso de “qué caro está todo” es ahora es algo más que una simple conversación de ascensor. Los datos revelan que España cerró el año 2022 con una inflación en el IPC del 5,7%. Si bien se moderó en el tramo final, llegó a haber meses en los que la variación interanual alcanzaba las dos cifras. En 2023, aunque la situación estuvo algo más controlada, los precios volvieron a subir más del 3%. Pero si la situación fue ya grave en general, en el mercado de los alimentos se vivió un escenario aún peor. Según el INE, la comida y las bebidas no alcohólicas experimentaron una inflación del 11,6% en 2022, y lejos de aflojar aumentaron otro 11,7% en 2023. El punto álgido se produjo en mayo de 2023, cuando los precios alimenticios crecieron casi un 17% interanual. Aunque después se moderaron rápidamente, hay que entender que el hecho de que baje la inflación solo hace que los precios suban más despacio, por lo que esas subidas vinieron pa...

La riqueza y la desigualdad no van de la mano

Por Alejandro Murciano Brea Los economistas neoliberales siempre se han opuesto a una intervención estatal en la economía que persiguiera la redistribución de la riqueza. Una postura que no hay que ser muy espabilado para saber a quien favorece. Sin embargo, su teoría es que la mano del Estado entorpece la maquinaria económica del país, hace que los empresarios no puedan invertir tanto y, en última instancia, termina por disminuir el crecimiento económico. En otras palabras, dirían que los modelos intervencionistas logran que se reparta, si, pero que se reparta pobreza. Y no son pocos los medios de comunicación, políticos y grupos empresariales que compran ese relato. Pero entonces. ¿los países que no redistribuyen la renta son más ricos? ¿Está económicamente justificado que los Estados minimicen su intervención? Pues digan lo que digan, no está tan claro. Es por eso que nos hemos planteado hacer un pequeño estudio en el que podamos esclarecer la relación entre desigualdad y fortaleza ...