Por Alejandro Murciano
Parece que el discurso neoliberal cala hondo últimamente, o al menos esa es mi sensación. En cualquier caso, siempre son muy críticos, unos auténticos "haters" de los Bancos Centrales. Sin ser yo todo lo contrario, me pregunto que pretenden de ellos exactamente
Durante esta última década, he escuchado decenas y decenas de veces que tener los tipos de interés en negativo era "antinatural", un "experimento", y poco menos que una aberración. La política expansiva, tanto del BCE como de la Reserva Federal, seguramente haya impedido estancamientos o recesiones pero se le ha criticado por tener a la economía enchufada como un enfermo al suero de la financiación barata
De acuerdo, puede tener su sentido. Pero ahora que los Bancos Centrales han hecho un giro de 180 grados en su política, ¿todo perfecto, no? Pues no. Los neoliberales los tachan de intervencionistas, y los culpan de las probables recesiones en los países de la OCDE. Cabe preguntarse por lo que tanto, que se lo pretenden exactamente. ¿Quizás que los Bancos Centrales no existan?
Este pequeño texto no pretende ser una defensa de Jerome Powell, ni de Christine Lagarde, ni de ningún otro banquero. Pero cuando se critica algo hay que tener en cuenta cuál es la alternativa. Los neoliberales
últimamente beben los vientos por los sistemas descentralizados, en los que ninguna institución tenga gobernanza sobre los flujos monetarios. Esto enlaza perfectamente, por ejemplo, con el discurso en pro de las criptomonedas. Pero cuidado
Si no hay una institución como los Bancos Centrales, la alternativa es la de siempre, que en el sistema monetario manden los que tienen capital a su disposición. ¿Quién protegería entonces a un país cuya deuda pública se vea atacada por especuladores? Más que nos pese, y que estemos muy en desacuerdo a veces, una institución como el BCE tiene el origen de su poder, aunque lejanamente, en la voluntad popular. Las criptomonedas, o cualquier sistema monetario sin instituciones que lo regule, son de todo menos algo democrático o justo0. Igual por eso le gusta a los neoliberales
Así que cuidado, mucho cuidado. Me sumo a muchas críticas a los Bancos Centrales. Pero más aún me sumo a poner la lupa en las supuestas alternativas idílicas que a veces se nos plantean
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